Bajar de Peso,
Se ha podido comprobar en numerosos estudios, que caminar favorece el adelgazamiento. También se ha comprobado, que personas que habitualmente caminan, no aumentan de peso. El sedentarismo es uno de los factores que condiciona la obesidad. Por otro lado, también se sabe que caminar es más efectivo que ir al gimnasio, o realizar algún otro tipo de deporte.
Las caminatas queman muchas calorías. Por ejemplo una mujer que pesa aproximadamente 75 kilogramos y camina un kilómetro en 9 minutos, gastará un promedio de 550-800 calorías en una hora. Estas calorías equivalen a una comida regular.
Caminar en forma habitual aumenta el ritmo metabólico. Una caminata cinco veces a la semana por 30 minutos a una intensidad de moderada a vigorosa aumenta el ritmo metabólico. Este aumento en el metabolismo dura varias horas después del ejercicio, por lo que se continua gastando calorías a una velocidad más rápida aún después de terminada la caminata y estando en reposo.
Al caminar se segrega una sustancia llamada serotonina, Al aumentar la producción de serotonina, esta llega a una concentración en el cerebro que suprime el apetito. También aumenta los niveles de una hormona llamada noradrenalina, que no solo aumenta el ritmo metabólico, sino que también inhibe el apetito. Al mismo tiempo, aumenta los niveles de adrenalina que son útiles para movilizar la grasa de las células que son quemadas por la energía del ejercicio.
Por otro lado, hacer ejercicios aumenta la masa muscular, disminuyendo la grasa. El músculo es más compacto que la grasa, lo que hace lucir una figura más estilizada, y moldeada.
Realizar ejercicios regulares y desestresantes, como es caminar reduce el factor de sobrealimentación. Muchas personas se sobrealimentan por razones que nada tiene que ver con el hambre, sino con el stress, el aburrimiento, depresión, soledad, etc. Es conocido que un programa de ejercicio puede ayudar a reducir o aliviar por completo estos factores.
Las caminatas aumentan la satisfacción de las personas, consigo mismo. También dan una sensación de “bienestar”, y esto induce a los caminadores a tener una motivación para mantenerse en un peso correcto y alimentarse sanamente, porque se sienten mejor consigo mismos.
Caminar ayuda a mejorar el transito intestinal. Algunas especialistas consideran que los ejercicios aeróbicos ayudan a que los alimentos permanezcan menos tiempo en el estómago y los intestinos, por lo que hay menos tiempo para que las calorías y la grasa sean absorbidas.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, podemos decir que, se puede gozar de los beneficios de las caminatas, caminando 30 minutos diarios, cinco veces a la semana.
Algunas consideraciones:
Comenzar lentamente: Con 15 minutos diarios, probablemente si la primera vez se camina 40 minutos, el resultado sea de extremo cansancio, y no se sentirá deseos al día siguiente, de volver a caminar.
Caminar acompañado: Conseguir algún “amigo de ruta” suele motivar mucho mas, escuchar música también es buena opción para que resulte más placentera la actividad.
Si el obstáculo es el tiempo, y siempre se está contra reloj: entonces una opción es dejar el automóvil un poco lejos del lugar de trabajo, estudio, etc y caminar.
Si se viaja en autobús: Bajarse unas calles antes y caminar.
Controlar lo que se camina: Anotar cuánto camina cada día, así se podrá evaluar como se superan las propias metas.
Si se tiene una mascota, por ejemplo un perro: Sacarlo a pasear.
Cambiar el recorrido: Realizar siempre el mismo camino puede resultar aburrido, por eso se debe utilizar diferentes caminos, para evitar la monotonía.
Perder peso caminando
Se ha podido comprobar en numerosos estudios, que caminar favorece el adelgazamiento. También se ha comprobado, que personas que habitualmente caminan, no aumentan de peso. El sedentarismo es uno de los factores que condiciona la obesidad. Por otro lado, también se sabe que caminar es más efectivo que ir al gimnasio, o realizar algún otro tipo de deporte.
Las caminatas queman muchas calorías. Por ejemplo una mujer que pesa aproximadamente 75 kilogramos y camina un kilómetro en 9 minutos, gastará un promedio de 550-800 calorías en una hora. Estas calorías equivalen a una comida regular.
Caminar en forma habitual aumenta el ritmo metabólico. Una caminata cinco veces a la semana por 30 minutos a una intensidad de moderada a vigorosa aumenta el ritmo metabólico. Este aumento en el metabolismo dura varias horas después del ejercicio, por lo que se continua gastando calorías a una velocidad más rápida aún después de terminada la caminata y estando en reposo.
Al caminar se segrega una sustancia llamada serotonina, Al aumentar la producción de serotonina, esta llega a una concentración en el cerebro que suprime el apetito. También aumenta los niveles de una hormona llamada noradrenalina, que no solo aumenta el ritmo metabólico, sino que también inhibe el apetito. Al mismo tiempo, aumenta los niveles de adrenalina que son útiles para movilizar la grasa de las células que son quemadas por la energía del ejercicio.
Por otro lado, hacer ejercicios aumenta la masa muscular, disminuyendo la grasa. El músculo es más compacto que la grasa, lo que hace lucir una figura más estilizada, y moldeada.
Realizar ejercicios regulares y desestresantes, como es caminar reduce el factor de sobrealimentación. Muchas personas se sobrealimentan por razones que nada tiene que ver con el hambre, sino con el stress, el aburrimiento, depresión, soledad, etc. Es conocido que un programa de ejercicio puede ayudar a reducir o aliviar por completo estos factores.
Las caminatas aumentan la satisfacción de las personas, consigo mismo. También dan una sensación de “bienestar”, y esto induce a los caminadores a tener una motivación para mantenerse en un peso correcto y alimentarse sanamente, porque se sienten mejor consigo mismos.
Caminar ayuda a mejorar el transito intestinal. Algunas especialistas consideran que los ejercicios aeróbicos ayudan a que los alimentos permanezcan menos tiempo en el estómago y los intestinos, por lo que hay menos tiempo para que las calorías y la grasa sean absorbidas.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, podemos decir que, se puede gozar de los beneficios de las caminatas, caminando 30 minutos diarios, cinco veces a la semana.
Algunas consideraciones:
Comenzar lentamente: Con 15 minutos diarios, probablemente si la primera vez se camina 40 minutos, el resultado sea de extremo cansancio, y no se sentirá deseos al día siguiente, de volver a caminar.
Caminar acompañado: Conseguir algún “amigo de ruta” suele motivar mucho mas, escuchar música también es buena opción para que resulte más placentera la actividad.
Si el obstáculo es el tiempo, y siempre se está contra reloj: entonces una opción es dejar el automóvil un poco lejos del lugar de trabajo, estudio, etc y caminar.
Si se viaja en autobús: Bajarse unas calles antes y caminar.
Controlar lo que se camina: Anotar cuánto camina cada día, así se podrá evaluar como se superan las propias metas.
Si se tiene una mascota, por ejemplo un perro: Sacarlo a pasear.
Cambiar el recorrido: Realizar siempre el mismo camino puede resultar aburrido, por eso se debe utilizar diferentes caminos, para evitar la monotonía.
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